La mayoría de la gente odia decir que no. A nadie le gusta la idea de decepcionar a los demás, pero saber cuándo y cómo decir que no es una de las habilidades más importantes que puede cultivar. Si se hace bien, el 'no' puede ayudarlo a construir mejores relaciones y liberarlo para hacer las cosas que son importantes para usted.
Aquí hay algunas formas de comenzar a desarrollar su capacidad para decir esa palabra difícil:
Reconoce que no puedes hacer todo.
Es probable que tratar de decir que sí a todo lo deje atrapado sin tiempo ni energía para sí mismo, e incapaz de dar lo mejor de sí mismo a ninguno de sus compromisos. Comience seleccionando las cosas a las que realmente quiere decir que sí, las cosas que construyen relaciones con personas importantes en su vida, que se alinean con sus valores, que le brindan alegría, y deje de aceptar responsabilidades que no cumplan con esos criterios.
Defina sus límites personales.
Los límites definen el espacio emocional y mental entre usted y otra persona. Piense en ellos como los guardianes de su espacio personal y asegúrese de tener claro cuánto puede asumir. Establecer límites, especialmente con las personas que le importan, puede ser difícil y puede hacer que se sienta culpable al principio, pero recuerde que cuidar de sí mismo ayuda a asegurarse de tener la energía para estar ahí para los demás.
Identifica tus prioridades.
Para tomar buenas decisiones sobre a qué decir no, necesita tener una idea clara de sus propias prioridades. Si los dejó sin definir, siéntese y dedique un tiempo a pensar en lo que es más importante para usted. Aprender a establecer prioridades de manera eficaz puede ayudarlo a ser más eficiente, ahorrar tiempo y disminuir el estrés. Una vez que sepa qué es lo más importante, es más fácil decidir dónde concentrar su energía.
Practica decir las palabras.
Ya sea que rechace una invitación a una fiesta o rechace un nuevo proyecto en el trabajo, puede decir que no sin dejar de ser amigable y respetuoso. Dése algunas reglas básicas y practique lo que dirá. Dé una breve razón si lo desea, pero no vacile ni retroceda. Sea directo: 'Lo siento, pero eso no es algo que pueda asumir ahora'.
Nunca comprometa su integridad.
Su integridad establece sus estándares y le da un código de moralidad y ética. Úselo como guía para decir que no y siempre tomará decisiones consistentes que se basen en sus creencias.
Sepa que no puede complacer a todos.
Tratar de hacer felices a todos es una receta para el estrés y la frustración, y es literalmente imposible de lograr. Puede temer que la gente te falte el respeto o se decepcione si dices que no, pero la mayoría de la gente no pensará menos de ti. Recuerde también que al decir no, está demostrando un buen cuidado personal a quienes le rodean.
Aquí está la conclusión: Saber cuándo decir no requiere aprendizaje. Perfeccione sus habilidades para que pueda reconocer y lidiar más fácilmente con las situaciones en las que es su mejor respuesta.